Especialidad en Oncología Médica

El cáncer ha dejado de ser una enfermedad incurable; esto es posible si se realiza un abordaje oportuno por medio de campañas de prevención y si se trabaja en la detección e intervención de los grupos poblacionales con mayores factores de riesgo.  Aunado a esto, las tasas de sobrevida han aumentado gracias a los avances en el conocimiento de la enfermedad, los métodos de diagnóstico y el tratamiento.

En la actualidad hay un mejor conocimiento de las causas genéticas, de los carcinógenos químicos y virales, así como de la evolución natural de los diferentes tipos de tumores.  Asimismo, existen modernos medios de diagnóstico como el ultrasonido endoscópico, las tomografías, resonancia y estudios de medicina nuclear, todos ellos con nuevas tecnologías y aplicaciones clínicas. Se suman, además, sofisticadas técnicas de análisis de tejidos para la detección de mutaciones y otras alteraciones moleculares que permiten una mejor clasificación de los tumores. También han evolucionado las herramientas diagnósticas y terapéuticas endoscópicas, la cirugía con nuevas modalidades intervencionistas menos invasivas, como el análisis de ganglio centinela, la laparoscopía y otras técnicas de cirugía video-asistida. Del mismo modo, se ha optimizado la aplicación de radioterapia gracias a la creación de novedosos equipos.

El componente médico del tratamiento clásicamente ha correspondido a la terapia citotóxica (quimioterapia) y a la hormonoterapia, las cuales aún se mantienen como terapia principal en muchos tumores, pero la Oncología Médica ha evolucionado de forma paralela a la biología molecular y la genómica; por lo que la detección de mutaciones y alteraciones moleculares asociadas a diferentes tumores ha permitido su uso como biomarcadores para la creación de nuevos tratamientos denominados terapia blanco o dirigida.

Con los avances en la terapia blanco, en la genómica, la nanotecnología y la cirugía robótica, el futuro de los pacientes oncológicos se vislumbra más alentador, pues se ampliará de forma importante al arsenal terapéutico y, por consiguiente, el campo de conocimientos del oncólogo médico. De esta manera, este especialista ha llegado a tener una visión holística del enfermo oncológico; además de conocer la enfermedad, es capaz de considerar en su plan terapéutico las condiciones psicosociales y culturales de cada paciente. Su competencia le permite reconocer y dar manejo a las situaciones asociadas a la patología oncológica y a las derivadas de los tratamientos.

El creciente y complejo conocimiento de cada una de las enfermedades neoplásicas ha llevado a que el abordaje de cada paciente sea realizado por médicos oncólogos cada vez más especializados en los subgrupos de estas patologías.

El médico especialista en Oftalmología que gradúa este programa se especializa en la atención del enfermo oncológico como un "todo".

Su objetivo es la asistencia del enfermo durante la evolución del diagnóstico, el tratamiento y el seguimiento. Atiende la patología asociada a la enfermedad y las complicaciones derivadas del tratamiento. Asimismo, sabe cómo manejar los pacientes oncológicos de forma multidisciplinaria, conoce los diversos esquemas de tratamiento y realiza procedimientos de intervención básicos.

El oncólogo médico ocupa una posición de liderazgo en el equipo interdisciplinario que maneja estos pacientes y por lo tanto debe recibir una formación que lo dote de excelentes conocimientos teóricos y prácticos que le permita orientar de forma integral la atención de los casos. Por ejemplo, el experto en esta rama sabe trasladar los conocimientos de biología molecular, genética, inmunología, técnicas diagnósticas, bioestadística y otros, a su práctica clínica. El especialista en Oncología Médica, además de la atención de los pacientes propios del servicio, funciona como consultor de todas las demás especialidades médicas y quirúrgicas.  Aunado a esto, es de su especial competencia el manejo de los fármacos antineoplásicos, y posee un conocimiento amplio de la farmacocinética, farmacodinamia y farmacogenética. Es capaz de darle seguimiento al desarrollo de nuevos fármacos disponibles para cada uno de los tumores, con sus indicaciones, beneficios y riesgos.

Adicionalmente, tiene un papel en la docencia de estudiantes de pregrado y de residentes de la especialidad propia de Oncología Médica y de los rotantes de otras especialidades. Participa en la investigación y en la tutoría de los trabajos de graduación de los residentes. Asimismo, está en capacidad de participar en ensayos clínicos acorde con la legislación vigente.

El perfil del oncólogo médico es el de un profesional analítico, crítico y con competencia para seleccionar y valorar lo importante, y potencialmente impactante, de la amplia cantidad de información que se publica en revistas especializadas y congresos de oncología.

Colabora activamente con el apoyo emocional, social y psicológico que los pacientes y sus familiares necesitan. Tiene la capacidad de comunicarse con propiedad y en forma honesta.