Descripción:
La Cardiología Pediátrica (CP) es aquella rama de la medicina que incluye el estudio de las enfermedades del corazón, congénitas y adquiridas, en el feto, el recién nacido, el lactante, escolar, el adolescente y los adultos con cardiopatías congénitas. Es una especialidad compleja, compuesta de diversas áreas de la subespecialidad clínica y académica. Se caracteriza por un rápido crecimiento de estas disciplinas que incorporan el nuevo conocimiento generado en las ciencias básicas y clínicas.
Las malformaciones congénitas del sistema cardiovascular son las más comunes en cualquier sistema del cuerpo humano y son la primera causa de morbimortalidad por malformaciones en nuestro país. Ocupa un importante número de los ingresos hospitalarios, por lo requiere una gran cantidad de personal capacitado, así como recursos económicos en sociedades como la nuestra, donde se tratan prácticamente todos los tipos de cardiopatías.
Las cardiopatías congénitas se producen por una serie de factores aún no determinados (la teoría multifactorial) o por alteraciones cromosómicas o genéticas, siendo estas últimas las menos frecuentes (10%). En Costa Rica, de cada 1000 nacidos vivos, entre siete y ocho tienen malformaciones cardíacas. Esto quiere decir que, con una población como la costarricense en donde el número de nacimientos anuales es alrededor de los 70000, cada año nacen entre 490 y 560 niños con cardiopatías congénitas. A esta población hay que sumarle los niños con arritmias cardiacas, miocardiopatías y cardiopatías adquiridas.
De todas las cardiopatías congénitas, un 75% está constituido por el grupo formado por la comunicación interauricular, la comunicación interventricular, la estenosis valvular pulmonar, la persistencia del conducto arterioso, la estenosis valvular aórtica, la coartación de la aorta y la tetralogía de Fallot; todas susceptibles de una intervención reparadora, con muy buenos resultados, por medio de procedimientos invasivos por cateterismo cardiaco, quirúrgicos o híbridos. El cardiólogo pediatra tiene un papel importante en estos tres tipos de abordajes terapéuticos, pues es el médico tratante en los procedimientos realizados por cateterismo cardiaco. En los otros dos, es parte importante del equipo que realiza el diagnóstico, la cirugía cardiaca y el manejo posoperatorio. Dado que muchos de los tratamientos definitivos de las cardiopatías no son curativos, el cardiólogo pediatra juega un papel fundamental en el seguimiento y la rehabilitación de estos pacientes. A su vez, la intervención del cardiólogo pediátrico es necesaria en el manejo de niños con enfermedades de otras especialidades como la neonatología, la hemato-oncología, la infectología, neumología, nefrología, neurología y la genética entre otras.
El posgrado de cardiología pediátrica (CP) se basa en un proceso de formación profesional del médico como fenómeno humano y social, que toma en consideración las condiciones institucionales en las que se realiza el ejercicio y la enseñanza de la medicina. Por lo tanto, está dirigido a que el residente logre una formación actualizada en el campo de la CP y que refuerce la formación global como profesional en el campo de la medicina.
El trabajo que realiza el cardiólogo pediatra moderno empieza desde antes del nacimiento, porque debe tener conocimientos de embriología y genética, así como dominar la fisiología y la fisiopatología cardiovascular fetal y neonatal. Además, debe comprender la historia natural de las enfermedades congénitas y adquiridas, así como el manejo integral del paciente que se ha tratado a través de una intervención por cateterismo o por cirugía. También, debe entender y manejar el aspecto psicosocial familiar que acompaña al paciente pediátrico. Debe aprender a tratar con un individuo en desarrollo y con el núcleo familiar. Si el programa incluye énfasis en cardiopatías congénitas del adulto, el estudiante debe aprender a tratar adultos que han sobrevivido hasta la vida adulta con su cardiopatía reparada o no reparada. Teniendo en cuenta todos estos aspectos, es como el cardiólogo pediatra logra una evaluación integral de esta población.
Perfil académico-profesional:
El perfil contempla cuatro campos de logros educativos como efecto del proceso de educación, a saber: la orientación humano-profesional (el ser), la formación profesional (el saber), el desempeño operativo del especialista (el saber hacer) y la formación de los valores (el saber actuar).
El especialista en Cardiología Pediátrica es un profesional cuya práctica deriva tanto en la formación clínica como en la académica e investigativa.
Será capaz de practicar la especialidad desenvolviéndose con una sólida formación básica, aunada a los conocimientos y habilidades clínicas, con amplios conocimientos de la patología regional, con gran vocación hacia la investigación de los problemas propios de la zona y con una gran base sobre las ciencias básicas que competen a la CP.
Deberá alcanzar una sólida formación para el ejercicio profesional, siguiendo las normas de la ética, la moral y la normativa legal, sumado a una sensibilidad social hacia el entorno donde va a trabajar.
Tendrá destrezas altamente desarrolladas en el diagnóstico de las cardiopatías congénitas, utilizando las herramientas de la electrocardiografía, radiografía de tórax, ecocardiografía bidimensional y el cateterismo cardiaco. A su vez, debe adquirir la capacidad para enfrentarse a los problemas y retos que tendrá al desarrollar su ejercicio profesional en su profesión.
Al inicio del entrenamiento, el residente adquiere el conocimiento básico y las destrezas, siempre bajo supervisión. El residente, luego, puede actuar en forma proactiva, siempre bajo supervisión. Finalmente, en la etapa final de la formación, será capaz de actuar bajo supervisión reactiva (el profesor observa y solo participa si el estudiante lo necesita o cuando el supervisor sienta que es necesario intervenir). Al término del entrenamiento, debe ser capaz de trabajar en forma independiente ya graduado y luego puede actuar como instructor o supervisor de nuevos residentes.
-
Habilidad para relacionarse con el paciente dependiendo de su nivel de desarrollo (neonato, lactante, preescolar, escolar, adolescente).
-
Manejo del paciente discapacitado.
-
Capacidad de organizar el trabajo de manera que el paciente se sienta atendido a tiempo.
-
Trato amable con los familiares del paciente.
-
Manejo del familiar con niño en proceso de muerte.
-
Manejo de equipo y nociones de mantenimiento.
-
Capacidad de trabajo en equipo.
-
Actitud positiva hacia el paciente.
-
Respeto por el paciente y sus familiares.
-
Responsabilidad.
-
Autocrítica.
-
Excelente presentación personal.
-
Deseo de aprender.
-
Respeto por la institución y los colegas.
-
Honestidad y lealtad con pacientes y colegas.
-
Contribuir con otros médicos especialistas en acciones conjuntas para resolver los problemas médicos del paciente.
-
Colaborar productivamente en grupos de trabajo interdisciplinario del ámbito de la salud nacional, procurando una visión integradora de su quehacer en relación con el trabajo de los demás trabajadores del área.
-
Optimizar los recursos a su disposición.
-
Tomar acciones de educación para la salud, dirigidas a los diferentes pacientes y grupos sociales, así como en la difusión del conocimiento médico a las nuevas generaciones de profesionales de la salud.
-
Actitud científica para el autoaprendizaje, para la búsqueda de soluciones mediante la investigación básica.
La labor diaria del cardiólogo pediatra se regirá por un código que se concreta en los siguientes valores:
-
Honestidad.
-
Lealtad.
-
Responsabilidad.
-
Respeto.
-
Ética.
-
Humanismo.
-
Equidad.
-
Solidaridad.
-
Compromiso social.
-
Especialidad en Pediatría o Cardiología obtenida en la UCR o en una institución de enseñanza superior de calidad reconocida.
-
Estar autorizado por el Colegio de Médicos y Cirujanos para ejercer la profesión.
-
Realizar una entrevista con el Comité Director (subcomisión) de la Especialidad.
-
Aprobar la evaluación que realiza la Unidad de Posgrado en Cardiología Pediátrica sobre conocimientos generales de la Especialidad (examen de selección, II etapa).
-
Lectura y escritura en un segundo idioma (preferentemente inglés).
-
Destreza en el uso de las aplicaciones informáticas de mayor uso en la especialidad.
-
Dr. Rafael Gutiérrez Álvarez,, Coordinador, HNN
-
Dr. David Huertas Guillén, HNN
-
Dr. José Ignacio Castro Solano, HNN
-
Dra. Flory Varela Bulgarelli, HNN
-
Dra. Mónica Murillo Cedeño, HNN
-
Dr. Carlos Mas Romero, HNN
La especialidad tiene una duración de 2 años.
-
Hospital Nacional de Niños Dr. Carlos Sáenz Herrera
Los sitios de rotación serán asignados al inicio de cada semestre, podrán incluirse otros estratégicos para el aporte en la formación y experiencia del residente. Estarán determinados por el Comité Director (subcomisión) de la especialidad.